Ego 1

miércoles, 14 de mayo de 2008

Quiero manipular los alambres de tu cuerpo huesudo
Órgano vítreo, absoluto, privado y desnudo
Yo tomo mi sexo, lo miro, le saco fotos
Lo hago fluido, para coagular pedazos rotos
Permanecemos vivos, pútridos, pedestres
Abandonados de todos, sumergidos en piezas terrestres
Te inundo, te ahogo, te abro mis venas
Quiero que exploten, de calor están llenas
Dominados por palabras y por ruidos falsos
Perseguidos por huellas de insectos descalzos
Quiero arrancar tu cuerpo, su hambre y su sudor,
Cortar parte por parte, su aliento y su pudor
Yo juego con el mío que es rojo y amarillo
Se hace delgado y siniestro como un cigarrillo
El espacio esta poblado, son los gritos de la luna
Nos aturden, nos gozan, con impunidad ninguna
¿Qué pacto ilícito hicieron el sometimiento y la culpa?
¿Qué pacto ilícito hicieron la cáscara y la pulpa?
Como culturas primitivas que conservan al cadáver en perfección
Como culturas modernas que dominan mecanismos de erección
Somos un flujo de átomos desparramados; mamarrachos
Están desprendidos, temblando, como borrachos
Pobres las diversas materias, en el hermetismo de plata
Domesticadas por la carne y los huesos de lata
Es un viaje onírico, sublime, viaje del ombligo
Viaje por el cuerpo compacto que sacrifico y obligo
Hurgo por tu cuerpo, insisto, desarmado
Sangriento, húmedo, frágil y despiadado
¿Qué influencias foráneas lo habrán hecho anatómico?
¿Qué combinaciones lujuriosas la habrán hecho finito y cósmico?
Somos de la raza del tacto, de la savia escondida
La raza del cuerpo, el olor y la mordida